El desfile Militar que desafió a Occidente
- CERES

- 4 nov
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El desfile en Pekín no debe interpretarse simplemente como una demostración militar, sino como un acto de comunicación estratégica en la arena internacional. Xi Jinping utilizó el evento para reforzar tres mensajes centrales:
(1) la legitimidad histórica de China como vencedora de la Segunda Guerra Mundial;
(2) el avance tecnológico-militar que la coloca en posición de rivalizar con Estados Unidos;
(3) la consolidación de un eje de cooperación con países que desafían el orden liberal internacional.
Al conmemorar el aniversario de la derrota de Japón, Xi Jinping reposiciona la narrativa de la guerra como elemento central del “rejuvenecimiento nacional”, transformando la memoria histórica en herramienta de legitimación política. Esta estrategia conecta pasado y presente: la China que sufrió invasiones y humillaciones ahora se presenta como una potencia capaz de moldear el sistema internacional. Es un recurso típico de la diplomacia de Xi: el uso de la historia para justificar ambiciones contemporáneas.
La exhibición de misiles hipersónicos, sistemas antibuque y la tríada nuclear estratégica busca transmitir al mundo que China posee, por primera vez, una capacidad creíble de disuasión contra Estados Unidos. Este énfasis en las capacidades de negación de acceso (A2/AD) tiene un enfoque evidente en el Estrecho de Taiwán, donde el objetivo estratégico chino es impedir o retrasar cualquier intervención naval estadounidense. Al mismo tiempo, la presencia de drones y cazas refuerza la idea de que Pekín está en sintonía con las guerras de nueva generación, caracterizadas por tecnología avanzada, inteligencia artificial y operaciones multidominio.
La presencia de Putin y Kim Jong Un, junto a otros líderes no alineados con Occidente, simboliza la formación de un bloque revisionista que desafía el orden internacional basado en reglas. Aunque aún no se trate de una alianza formal, el gesto público de unidad tiene impacto geopolítico: sugiere que Moscú, Pekín y Pyongyang, cada cual con sus intereses particulares, están dispuestos a presentarse como un contrapeso colectivo a la influencia estadounidense. Esto aumenta el riesgo de que en Occidente se perciba que está surgiendo un nuevo eje con potencial de desestabilizar el equilibrio global.
Detrás de la grandiosidad, sin embargo, hay vulnerabilidades. El hecho de que China se apoye en socios como Rusia y Corea del Norte, ambos presionados por sanciones y aislamiento, puede limitar su capacidad de atraer aliados de mayor prestigio global. Por lo tanto, la estrategia china corre el riesgo de cristalizar una división internacional que podría, a largo plazo, dificultar su ambición de convertirse en el líder aceptable de un nuevo orden global.
Reacción de Estados Unidos
La respuesta de Donald Trump, acusando a Xi, Putin y Kim de conspirar contra Estados Unidos, revela que la narrativa china logró su objetivo: provocar y captar la atención de la Casa Blanca. Al mismo tiempo, la postura de Trump de minimizar el riesgo militar sugiere ambivalencia, lo que puede ser interpretado por Pekín como un espacio para intensificar su asertividad. Sin embargo, a mediano plazo, la percepción de una amenaza compartida tiende a fortalecer los mecanismos de contención liderados por Estados Unidos, ya sea en la OTAN, en el Indo-Pacífico (Quad, AUKUS) o mediante una mayor aproximación con aliados asiáticos.
Conclusión
El desfile en Pekín debe entenderse como parte de una disputa mayor: la competencia sino-estadounidense por el liderazgo del siglo XXI. Si por un lado, Xi Jinping buscó transmitir confianza, unidad y fuerza, por otro, el evento expone la creciente polarización del sistema internacional. La exhibición conjunta de Xi, Putin y Kim puede acelerar la formación de bloques rivales e intensificar el clima de confrontación estratégica, acercando al mundo a una lógica más próxima a la de la Guerra Fría, aunque esta vez con China en el centro del escenario.

João Pedro Nascimento es especialista en Relaciones Internacionales, con una sólida formación académica y experiencia práctica en internacionalización empresarial y mediación de negociaciones internacionales. Graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Anhembi Morumbi (UAM-SP) y posgraduado en Políticas Públicas por la Pontificia Universidad Católica de Paraná (PUC-PR), actúa en procesos de expansión global de negocios y en la gestión estratégica de alianzas a nivel nacional e internacional.
Referencias
GAN, Nectar; MCCARTHY, Simone; LENDON, Brad; et al. China to unveil newest weapons in military parade. CNN, 2025.
MAIMANN, Kevin. China’s lavish military parade could signal an attempted shift in world order. CBC, 2025.
MORITSUGU, Ken; WU, Huizhong. Chinese military parade marks 80 years since the end of World War II. AP News, 2025.





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